La selección de Túnez comenzó con buen pie su actividad en la ventana internacional de junio al vencer 2-0 a Burkina Faso en un encuentro amistoso jugado en casa, en el Stade Hammadi Agrebi. El equipo dirigido por Jalel Kadri dominó el partido con claridad, aprovechando una sólida actuación colectiva y errores defensivos del rival para asegurar la victoria.
El marcador se abrió gracias a un autogol del defensor Edmond Tapsoba, quien terminó empujando el balón en propia puerta tras una jugada bien construida por los tunecinos. Más tarde, Hazem Mastouri puso cifras definitivas con un tanto a puerta vacía, sellando un triunfo que dejó buenas sensaciones antes de los compromisos más exigentes que vienen en los próximos días.
Dominio Tunecino de Principio a Fin
Desde el pitazo inicial, el conjunto local se mostró organizado y con una idea clara de juego. Túnez apostó por el control del balón, la presión alta y una circulación rápida para romper líneas defensivas. Aunque la primera mitad no tuvo grandes emociones en las áreas, los tunecinos marcaron el ritmo y redujeron al mínimo las opciones ofensivas de Burkina Faso.
El equipo visitante, aunque ordenado en defensa durante tramos del encuentro, no logró conectar en ataque. La falta de profundidad y precisión en el último tercio fue evidente, con nombres como Mohamed Konaté y Hassane Bandé sin lograr desequilibrar. La selección burkinesa apostó por el contragolpe, pero apenas generó peligro real.
En cambio, Túnez insistió con paciencia. La banda izquierda fue una de sus armas más activas, con buenos aportes de Sayfallah Ltaief, quien sería protagonista en el primer gol. Además, el mediocampo local ganó casi todos los duelos divididos, lo que permitió a los defensores evitar sobresaltos y mantener el juego lejos de su área.
Un Error Clave y Una Definición Sin Oposición
El primer gol llegó en el minuto 61, tras una jugada muy bien trabajada por el costado izquierdo. Ltaief desbordó y envió un centro que terminó siendo desviado por Tapsoba hacia su propia portería. Fue una acción desafortunada, pero resultado directo de la presión ofensiva tunecina, que cada vez encontraba más espacios en campo rival.
Tras el gol en contra, Burkina Faso reaccionó con algunos cambios, incluyendo el ingreso del experimentado Bertrand Traoré. El atacante dio algo más de movilidad al frente de ataque y tuvo en sus pies una gran oportunidad para igualar el marcador, pero su remate salió desviado en una de las pocas ocasiones claras para los visitantes.
Esa jugada sería determinante, ya que minutos después, Túnez amplió su ventaja. En una acción que comenzó tras una mala salida del portero Hervé Koffi, el balón quedó servido dentro del área para que Mastouri, sin marca, empujara al fondo de las redes y asegurara el 2-0 definitivo. El delantero del US Monastir aprovechó su momento y firmó una anotación que refleja el oportunismo que necesita la selección.
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Buen Ensayo Para Lo Que Viene
Más allá del resultado, el encuentro le permitió a Túnez probar variantes, afianzar su estilo y preparar el terreno para su próximo reto: enfrentar a Marruecos en Fez, un partido que tendrá un contexto completamente diferente por el nivel del rival. Este triunfo servirá de impulso tanto en lo anímico como en lo táctico.
Del lado de Burkina Faso, la derrota deja lecciones importantes. Aunque el equipo mostró momentos de orden, la falta de claridad al atacar y los errores puntuales en defensa condenaron su actuación. La inclusión del debutante Cyriaque Irié no cambió demasiado el panorama ofensivo. Ahora deberán enfocarse en su compromiso ante Zimbabue en Casablanca, donde tendrán la oportunidad de corregir errores y reencontrarse con su mejor versión.
Tanto Túnez como Burkina Faso aprovecharon este duelo para poner en ritmo a sus planteles y ajustar detalles de cara a una temporada cargada de eliminatorias y competiciones continentales. La ventana FIFA apenas comienza, pero para los tunecinos, no pudo haber un arranque mejor: victoria, portería en cero y confianza al alza.
