El Inter de Milán dejó pasar una oportunidad muy clara para volver a la cima de la Serie A. En un duelo clave contra la Lazio, el equipo de Simone Inzaghi igualó 2-2 en casa, a tan solo una jornada de que termine la temporada.
El resultado no solo lo aleja del título, sino que también refleja las dudas que rodean al equipo en los momentos decisivos. Pese al empate del Nápoles, que aún le da opciones al Inter, la sensación que deja este partido es la de una ocasión desperdiciada en el momento más importante del campeonato.
Una Primera Parte Con Más Cautela Que Riesgo
Durante los primeros 45 minutos, el partido estuvo marcado por la falta de emociones. Ambos equipos parecían más preocupados por no cometer errores que por buscar el gol. El Inter se adueñó de la posesión, pero se encontró con una Lazio bien organizada en defensa, liderada por Romagnoli y Mario Gila. La solidez defensiva visitante fue suficiente para frenar las intenciones ofensivas de los locales.
El encuentro se mantuvo sin remates a puerta hasta el minuto 25, lo cual reflejaba lo cerrado que estaba el planteamiento de ambos lados. El Inter, sin embargo, insistía por las bandas y trataba de generar peligro a través de jugadas a balón parado, su recurso más constante ante una Lazio que no se salía del libreto defensivo.
Fue justamente en una jugada a balón detenido que el Inter consiguió abrir el marcador. Ya en el último suspiro del primer tiempo, un tiro de esquina cobrado desde la derecha fue mal despejado por la defensa romana. Bisseck, atento en el área, remató con fuerza y puso el 1-0, haciendo estallar a los hinchas en San Siro.
Ese tanto le devolvía provisionalmente el liderato al conjunto de Inzaghi, al menos hasta que se conociera el resultado del Nápoles.
Reacción de la Lazio Y Un Cierre de Infarto
El panorama cambió drásticamente en la segunda mitad. La Lazio salió con otra actitud, mucho más decidida a buscar el empate. Adelantaron líneas y comenzaron a presionar al Inter, que parecía incómodo con el nuevo ritmo del partido. La insistencia del equipo visitante tuvo premio en el minuto 72. Tras una jugada colectiva bien elaborada, Pedro apareció en el área para empujar un balón suelto y colocar el 1-1.
Este tanto encendió nuevamente al Inter, que respondió con rapidez. Apenas siete minutos después, Calhanoglu envió un centro preciso que Dumfries conectó de cabeza para el 2-1. Era un gol que volvía a ilusionar al equipo local con una victoria clave en la recta final del campeonato.
Pero cuando parecía que el partido estaba encaminado para el Inter, un error defensivo volvió a cambiar todo. En el minuto 89, Bisseck cometió una falta dentro del área que el árbitro no dudó en señalar como penal. Pedro, con mucha seguridad, ejecutó desde los once metros y volvió a empatar el encuentro. Su doblete silenció al estadio y dejó al Inter otra vez sin el liderato.
Desesperación Final Y Una Chance Que Se Escapa
Los minutos finales fueron una locura. El Inter se volcó con todo al ataque buscando el tanto que les devolviera la ventaja. Hubo varias ocasiones claras, incluyendo un gol de Arnautovic que fue anulado por fuera de juego tras revisión. El árbitro había dado siete minutos de añadido, pero el juego se extendió hasta el minuto 98, en un cierre frenético que mantuvo la tensión hasta el último segundo.
A pesar del esfuerzo final, el empate deja una sensación amarga en el equipo de Milán. Sabían que esta era una oportunidad crucial y no la aprovecharon. El punto sumado sirve para mantenerse en la pelea, ya que el Nápoles tampoco logró ganar, pero ahora el Inter depende de otros resultados para soñar con el título.
En contraste, la Lazio se lleva un punto valioso que le permite terminar la temporada con orgullo. Su planteamiento fue eficaz y supo aprovechar los errores del rival para sacar petróleo en un escenario complicado.
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El Título aún Está en Juego, Pero Con Menos Margen
Con este resultado, el Inter de Milán queda en una situación delicada. A falta de una jornada, sus opciones de ganar el ‘Scudetto’ siguen vivas, pero ya no dependen únicamente de sí mismos. Necesitan una victoria en la última fecha y que el Nápoles no sume de a tres.
Simone Inzaghi deberá trabajar en levantar anímicamente a sus jugadores para el último partido. El equipo mostró momentos de buen juego, pero también errores puntuales que han costado caro en este tramo final. La solidez defensiva que lo caracterizó durante gran parte del torneo parece haber perdido fuerza justo cuando más lo necesitaban.
Por ahora, la lucha por el título sigue abierta, pero con un Inter que ha perdido el control de su destino. Queda una última jornada, y el margen de error ya no existe. Si quieren levantar el trofeo, tendrán que ganar y esperar. Lo que parecía una liga en sus manos, ahora está en el aire.