El Real Betis ha vuelto a demostrar que no está dispuesto a rendirse en su lucha por los puestos altos de la tabla. En un partido exigente en Montilivi, el equipo de Manuel Pellegrini fue eficaz y contundente ante un Girona que sigue cuesta abajo.
El 1-3 final refleja no solo el buen momento del conjunto sevillano, sino también la ambición con la que encara esta recta final de temporada. La victoria no solo consolida al Betis en la sexta posición, sino que lo mantiene a tiro de piedra de los lugares que dan acceso a la Champions League.
Un Inicio Firme Que Marcó la Diferencia
Desde los primeros minutos, el Betis mostró una actitud decidida. Sin especular, salió a buscar el partido y encontró premio muy temprano. A los seis minutos, Johnny Cardoso abrió el marcador con un remate de cabeza tras un córner bien ejecutado por Isco. Esa acción dio confianza al equipo visitante y, al mismo tiempo, sembró dudas en un Girona que no logra recuperar el nivel que mostró la temporada pasada.
El conjunto catalán intentó reaccionar, pero se encontró con un Betis bien plantado y veloz en las transiciones. La velocidad de Antony y la movilidad del Cucho Hernández empezaron a generar dolores de cabeza en la defensa local, que no encontraba la manera de frenar los ataques béticos. Aunque el Girona tuvo más el balón durante varios tramos del primer tiempo, le faltó claridad para crear situaciones verdaderamente peligrosas.
El ritmo bajó brevemente pasada la media hora, justo antes de que el Betis asestara dos golpes demoledores. Primero fue Antony quien marcó el segundo tras una gran jugada por la izquierda, y poco después Isco puso el tercero tras una jugada que él mismo inició. En menos de cinco minutos, el marcador pasó de un 0-1 esperanzador para el local a un 0-3 casi definitivo.
Solidez Defensiva Y Control en El Segundo Tiempo
Pese a la ventaja, el Betis no se relajó en el arranque del complemento. Pellegrini introdujo algunos cambios, incluyendo a Bellerín por Ruibal para proteger a un jugador amonestado. El equipo se mantuvo serio, con un bloque compacto y ordenado, evitando riesgos innecesarios y saliendo con criterio cada vez que recuperaba el balón.
Girona, por su parte, hizo varios ajustes buscando cambiar el rumbo. Míchel recurrió a Portu, van de Beek y Stuani, tratando de encontrar nuevas alternativas ofensivas. Sin embargo, el conjunto local seguía chocando con la seguridad de Adrián y la firmeza del fondo verdiblanco. Aunque el Girona tuvo sus oportunidades, ninguna fue suficiente para poner en peligro la ventaja visitante.
El Betis supo aprovechar los espacios con inteligencia. Las llegadas por banda de Abde y las conexiones entre Cucho y Antony seguían generando peligro. Si bien no lograron aumentar la cuenta, las intenciones eran claras: seguir atacando para mejorar su diferencia de goles, algo que podría ser clave en la lucha por los puestos europeos.
Stuani Maquilla El Marcador, Pero No Cambia El Guion
En los minutos finales, el Girona logró marcar el tanto del honor gracias a Stuani, que aprovechó un balón suelto tras un córner para vencer a Adrián. El Betis protestó por una posible falta en ataque, pero el gol subió al marcador tras revisión del VAR. Aun así, el gol no cambió el rumbo del partido.
Los últimos minutos fueron más de desgaste que de juego, con los verdiblancos cuidando el resultado y el Girona intentando sin mucho éxito volver a meterse en la pelea.
Pellegrini aprovechó para dar descanso a algunos titulares y dio entrada a jóvenes como Jesús Rodríguez, que sigue sumando minutos con el primer equipo. El Betis mantuvo el orden hasta el final, demostrando que además de talento tiene madurez para cerrar partidos con autoridad.
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La Champions aún No Está Lejos
Con esta victoria, el Real Betis alcanza los 51 puntos y se afianza en la sexta plaza. Además, se coloca a solo un punto del Villarreal, que aún tiene un partido menos, y a seis del Athletic Club, que ocupa la cuarta posición. El sueño de volver a la Champions no es descabellado, sobre todo si el equipo mantiene esta dinámica positiva en las últimas jornadas del campeonato.
El equipo verdiblanco afronta una semana clave, con el próximo compromiso en casa frente a un Valladolid en crisis. Aunque parece un duelo accesible, la última vez que se enfrentaron, el equipo pucelano fue capaz de sorprender, por lo que el Betis no puede permitirse ningún exceso de confianza.
Mientras tanto, el Girona atraviesa un momento muy distinto. Acumula su cuarta derrota consecutiva y cada vez se acerca más a los puestos peligrosos. Lo que parecía una temporada tranquila se ha convertido en un final lleno de incertidumbre.
En Montilivi, el Betis dejó claro que no piensa bajar los brazos. Su paso firme en esta jornada es una declaración de intenciones: este equipo no solo quiere asegurar su presencia en Europa, también quiere luchar por estar entre los mejores. La Champions está difícil, pero no imposible. Y los de Pellegrini están dispuestos a pelearla hasta el final.
