Los Cerveceros de Milwaukee terminaron su gira con broche de oro tras derrotar de manera convincente 9-1 a los Rojos de Cincinnati este miércoles en el Great American Ball Park. Con una ofensiva encendida y un trabajo combinado impecable desde el montículo, los Cerveceros no solo aseguraron la serie, sino que también reafirmaron su dominio sobre su rival divisional al sumar su 12ª serie consecutiva ganada contra ellos.
La victoria no solo resalta por el marcador abultado, sino por la manera en que se consiguió: con grandes aportes de peloteros que no son habituales en la alineación titular. Además, los de Milwaukee castigaron duramente al zurdo Andrew Abbott, uno de los lanzadores más sólidos de la Liga Nacional este año.
Bateo Oportuno y Poder Desde Todos Los Frentes
Aunque el inicio del partido parecía prometedor para Abbott, quien retiró a los primeros ocho bateadores sin problemas, todo cambió con un doble de Brice Turang en la tercera entrada. Acto seguido, Andruw Monasterio trajo la primera carrera con un sencillo al jardín, abriendo la puerta a lo que sería una jornada ofensiva redonda para Milwaukee.
A partir de ahí, los Cerveceros comenzaron a hacer daño de manera constante. En la quinta entrada, el venezolano Jackson Chourio conectó su décimo jonrón de la temporada, un batazo de dos carreras que amplió la ventaja a 3-0. No sería el único en unirse a la fiesta.
En el sexto, Daz Cameron se encargó de castigar nuevamente al abridor de los Rojos con otro cuadrangular de dos carreras, su primero desde julio del año pasado. Ya para la novena, Isaac Collins —uno de los menos habituales del roster— coronó la exhibición con un jonrón de tres carreras que dejó sin reacción al bullpen rival.
La ofensiva de Milwaukee terminó con 13 hits, una muestra clara de su profundidad y capacidad de respuesta desde cualquier parte de su alineación.
Un Pitcheo Sólido Que No Dio Oportunidades
Más allá del despliegue ofensivo, el trabajo desde el montículo fue igual de importante. DL Hall abrió el juego y tiró tres entradas sin permitir carreras, mientras que Quinn Priester se encargó de cubrir cinco capítulos con mucha autoridad, llevándose la victoria tras permitir solo una anotación.
Este tándem de lanzadores jóvenes funcionó a la perfección por segunda vez consecutiva, ofreciendo una estabilidad clave en un calendario apretado. Hall, que es zurdo, y Priester, diestro, se complementaron bien, alternando velocidades y manteniendo fuera de ritmo a los bateadores de Cincinnati.
La única carrera de los Rojos llegó en una jugada de selección en la sexta entrada, pero nunca pusieron en aprietos reales al cuerpo monticular de Milwaukee, que nuevamente se mostró confiado y preciso en sus ejecuciones.
Una Gira Para Recordar
Con este triunfo, los Cerveceros cerraron una gira fuera de casa con un impresionante récord de 5-1. Más allá del resultado individual del juego, el equipo mostró cohesión, profundidad en el roster y una capacidad notable para resolver juegos tanto con poder como con estrategia.
La victoria también marca la primera derrota de la temporada para Andrew Abbott, quien venía de un mayo excepcional con efectividad de 0.55. Milwaukee lo hizo ver vulnerable, anotándole cinco carreras y cortándole su racha de tres triunfos consecutivos.
Jackson Chourio brilló con su actuación de tres hits, incluyendo el cuadrangular de dos carreras, mientras que Collins, Monasterio y Cameron aprovecharon al máximo sus oportunidades. Es notable que varios de estos jugadores no suelen estar en el lineup titular, lo cual da a entender que Milwaukee tiene fondo de armario para competir por todo esta temporada.
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Lo Que Viene Para Ambos Equipos
Los Cerveceros regresan a casa con la moral alta y listos para continuar su buen momento. Con jugadores que han encontrado ritmo y un cuerpo de lanzadores jóvenes cumpliendo, el equipo luce más completo que nunca.
Por su parte, los Rojos de Cincinnati deberán hacer ajustes tras perder nuevamente ante un rival que se les ha convertido en una piedra en el zapato. Más allá del trabajo de Abbott, la ofensiva no estuvo a la altura, y el bullpen no logró contener a Milwaukee en los innings finales.
Con casi la mitad de la temporada por delante, cada serie cuenta, y esta ha sido una lección clara de que Milwaukee tiene los argumentos para seguir peleando en lo alto de la tabla.
Los Cerveceros no solo ganaron, sino que convencieron. Lo hicieron con poder, inteligencia y contribuciones inesperadas. Si algo quedó claro en esta serie, es que Milwaukee es mucho más que su nómina principal, y eso podría marcar la diferencia cuando lleguen los meses decisivos.
