Después de una semana con más dudas que certezas, los Yankees de New York encontraron una noche redonda en Kansas City. Con cuadrangulares de Jazz Chisholm Jr., Trent Grisham, Ben Rice y Austin Wells, el equipo neoyorquino venció 4-1 a los Royals en el inicio de la serie. Fue un juego donde cada golpe largo tuvo impacto, y el pitcheo respondió en el momento justo. También fue el primer enfrentamiento entre estos dos equipos desde que los Yankees eliminaron a los Royals en la Serie Divisional del año pasado.
El equipo del Bronx, que venía de perder cinco de sus últimos siete encuentros, se reencontró con su estilo agresivo y aprovechó el descontrol del rival en un solo inning para encaminar la victoria. Por su parte, el cuerpo de lanzadores —encabezado por Carlos Carrasco— solo permitió dos imparables y mantuvo controlado al peligroso bateo de Kansas City.
La Quinta Entrada Que Cambió Todo
El momento que definió el partido llegó en la quinta entrada. El marcador estaba empatado a una carrera, cuando Grisham, Rice y Wells conectaron jonrones consecutivos ante Seth Lugo. Los tres batazos fueron solitarios, pero bastaron para inclinar la balanza del lado de los Yankees. Fue la primera vez en más de tres años que Lugo permitió tres cuadrangulares en un mismo juego, y el daño fue suficiente para dejarlo sin opciones.
Grisham fue el primero en castigar, con un batazo claro por el jardín derecho. Apenas se recuperaba el lanzador cuando Rice también la mandó a volar, esta vez al central. Luego, llegó Wells con otro batazo profundo, cerrando una entrada que mostró el poder de los Yankees cuando se alinean sus bates.
Lugo intentó mantenerse en el montículo un poco más, y aunque logró sacar dos outs más en esa misma entrada, ya el daño estaba hecho. El derecho terminó aceptando siete hits en poco más de seis entradas, en una noche que arrancó con buen control, pero que se le fue de las manos de forma rápida.
Carrasco Y Los Relevistas Cumplen Con Creces
Si bien el ataque fue importante, el verdadero valor del triunfo neoyorquino estuvo en el desempeño desde la lomita. Carlos Carrasco abrió por los Yankees y lanzó cinco entradas sólidas. Solo permitió un imparable: un cuadrangular de Bobby Witt Jr. en un turno largo, que incluyó diez lanzamientos. Fuera de eso, el venezolano se mostró preciso y confiado, sin otorgar boletos y controlando bien la zona.
Una vez Carrasco dejó el juego, el relevo mantuvo la ventaja sin contratiempos. Fernando Cruz fue el primero en aparecer, seguido por Tim Hill, Luke Weaver y Devin Williams. Entre los cuatro, solo permitieron un hit más y una base por bolas, asegurando que la ventaja de tres carreras se mantuviera hasta el final.
La única amenaza real vino en la novena, cuando Witt Jr. pegó su segundo hit del juego y hubo una base por bolas, lo que trajo la carrera del empate al círculo de espera. Pero Williams mantuvo la calma y dominó al venezolano Maikel García con un elevado al cuadro, cerrando el partido y apuntándose su segundo salvamento de la temporada.
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Un Juego Para Recuperar Confianza
Más allá del resultado, este triunfo tiene valor simbólico para los Yankees. Luego de una racha negativa y de críticas al desempeño del cuerpo de lanzadores, el equipo demostró que puede encontrar respuestas en distintos nombres. Carrasco respondió en la rotación, el relevo lució firme y el bateo largo, que no había aparecido con frecuencia, marcó la diferencia.
También es importante que hayan vencido a un rival con el que tienen historia reciente, pues los Royals fueron su última víctima en octubre pasado. Comenzar con victoria esta nueva serie puede significar un impulso anímico en el arranque de la temporada.
El equipo neoyorquino sigue ajustando piezas. Aún hay jugadores con rendimiento irregular, pero juegos como el de este lunes ayudan a recuperar ritmo. También mostró que los jóvenes como Rice y Wells pueden aportar ofensiva en momentos clave, lo cual será importante en una temporada larga.
Con esta victoria, los Yankees se colocan con récord de 9-7 y esperan mantener el impulso en los próximos días. El siguiente paso será mantener la consistencia, especialmente en la ofensiva, que esta vez sí apareció en el momento indicado.
